Por esa maldita palabra,
que me impide que te quiera...
Por esa sonrisa que labras,
en tu jardín de primavera...
Te dejo mi alma escarpada,
y que navegues en sus riveras.
Te dejo escalar por mi montaña,
y que conquistes la cima entera.
Te dejo mi corazón que lo abras,
y que lo trates a tu manera.
Te daría mil besos tras la pantalla,
y mil caricias si pudiera...
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